martes, 21 de octubre de 2025

Aquasam

 Espero que hablar de Aquasam no solo sea un diario deportivo de nuestro hijo y se convierta en una historia de superación y de amor por el deporte. Que el pasión por el agua sea compartida con nuevos amigos y que comparta con ellos espíritu de equipo y sobre todo que sea siempre por diversión. Y es que Aquasam conocido también aquí como Samurái nació para estar en el agua.

AQUASAM

 Desde pequeño ya mostró una fuerte vocación, ya que se podía pasar horas metido en la piscina. Daba igual que estuviera solo. No le importaba en absoluto. Los demás niños se salían del agua y él seguía jugando y nadando a su aire. Cuando comenzó el colegio con 3 añitos disfrutaba tanto de la hora semanal que tenían de piscina que acabamos por apuntarle a los cursos de natación que había en un nuevo centro deportivo que acababan de abrir en nuestra ciudad.

Aquasam en su primera piscina en 2014

 Tanto en el colegio como en el centro deportivo vieron que no solo se lo pasaba en grande en el agua si no que también tenía mucho potencial y todos los años nos pedían que le apuntáramos a clases avanzadas y lo federásemos. Pero nosotros solo queríamos que disfrutase y no le cogiera manía a la natación que tanto le gustaba. Nos parecía demasiado pequeño para meterle tantas horas de entrenamiento a la semana. Y eso sin contar con las competiciones.


 Cuando diagnosticaron a EM se nos complicó un poco la cosa. Ella era la que conducía y yo siempre he sido el eterno copiloto. Así que cuando ya no pudo coger más el coche para ir hasta el centro deportivo, que nos pillaba bastante lejos de casa, tener que utilizar el transporte público se convirtió en una odisea para el niño y para mi. No nos quedó otra que cambiar a Aquasam a la piscina pública, que aunque estaba más saturada y era menos tiempo, por lo menos la teníamos a unas pocas calles de distancia.


  Allí no tardó en destacar de nuevo y en las competiciones municipales tras verle nadar y llevarse todos los pódiums en los que competía nos pidieron una vez más federarlo. Tras darle unas cuantas vueltas, hablarlo con Aquasam vimos nuestras opciones para ver a qué club de natación podíamos apuntarle que no le trastocase mucho su tiempo libre y de estudio ya que se tratarían de una media de 2 horas más diarias de entrenamiento.

Disfrutando de la piscina con EM en 2015

 Y al final nos decidimos por el club de natación de su propio colegio. Nos evitaba desplazamientos innecesarios y era el que tenía el horario más adecuado. No lleva ni un mes entrenando pero está la mar de contento. Siempre ha sido un pez en el agua. Y lo más importante: Que siga así de feliz.

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