jueves, 27 de marzo de 2025

El clima

 Una de las cosas que hemos aprendido durante el último año es cómo el clima afecta a las personas con esclerosis múltiple. 

Generalmente, las personas con EM se adaptan mejor a climas más frescos y secos, aunque cada persona es un mundo. Por ejemplo, EM experimenta mucha más espasticidad los días de frío y lluvia. Este empeoramiento es temporal y no tiene nada que ver con la progresión de la esclerosis múltiple, pero se hace muy cuesta arriba por el mal tiempo que hemos tenido estas últimas semanas y EM no ha podido evitar preguntarse si será que realmente es  por culpa del clima, o es que ella está empeorando. Esa nube, que no lleva lluvia pero sí temores, siempre ronda por su cabeza.
 Siempre bromeamos con lo de mudarnos a un clima que sea más adecuado para ella, pero ¿dónde? Ni si quiera fantaseando con ello encontramos el lugar adecuado. Es complicado, el frío, el calor, la humedad...

El calor y el frío no afectan a todos por igual, tampoco cuando tienes Esclerosis Múltiple (EM). Muchas personas con EM son sensibles a los extremos de temperatura – el 50% dicen tener sensibilidad al calor -, y sentir que algunos de sus síntomas empeoran cuando están sometidas a altas o bajas temperaturas.

¿Por qué el clima afecta a la esclerosis múltiple?

La forma en que los cambios bruscos de temperatura pueden empeorar la EM se denomina fenómeno de Uhthoff en honor a Wilhelm Uhthoff, un oftalmólogo alemán que describió el efecto por primera vez en 1890. Observó que en algunos de sus pacientes con EM había síntomas ópticos causados por un aumento de la temperatura corporal, y estos se disipaban tan pronto como la temperatura del paciente volvía a la normalidad.
Las investigaciones sobre este fenómeno durante el último siglo y medio descubrieron que no solo afecta la visión (produciendo visión borrosa y oscurecida temporalmente),sino que también puede causar que aumenten otros síntomas de EM , y es muy común entre las personas con EM. La razón por la que esto sucede no se conoce con exactitud. Lo más probable es que esté relacionada con una lesión en la vaina de mielina, la capa protectora de grasa y proteína que envuelve cada neurona y actúa como aislante, permitiendo que los impulsos eléctricos viajen de forma segura de una neurona a otra. La mielina es el objetivo del sistema inmunitario deficiente en la EM, y cuando esta se daña, se denomina desmielinización. Esto puede causar una mayor sensibilidad a los cambios de temperatura.

Un estudio publicado en los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York señala que entre el 60 % y el 80 % de las personas con EM presentan el fenómeno de Uhthoff con la exposición al calor. De estas, el 88 % presenta síntomas no visuales. Según la organización MS Trust, con sede en el Reino Unido, estos síntomas incluyen:
  • Problemas de equilibrio
  • Problemas de vejiga
  • Síntomas cognitivos o sensoriales
  • Fatiga
  • debilidad muscular
  • Dolor y sensibilidad en las articulaciones.

Es importante tener en cuenta que estos efectos son temporales y solo duran hasta que la temperatura corporal se normaliza. Esto significa que no es lo mismo que una recaída o una exacerbación (cuando aparecen nuevos síntomas o empeoran los antiguos), aunque puede sentirse similar.

Si bien el fenómeno de Uhthoff se asocia más comúnmente con la esclerosis múltiple (EM), en realidad puede observarse en diversas afecciones neurológicas. Las personas podrían notar un empeoramiento de los síntomas tras la exposición al calor, incluso tras una simple ducha caliente. No representa un empeoramiento real de la enfermedad subyacente, por lo que no es peligroso, solo incómodo.

Según una investigación publicada en la revista Temperature, el grado de desmielinización de cada persona suele determinar su reacción al calor y al fenómeno de Uhthoff de forma única. Por ejemplo, una persona puede presentar un síntoma leve, como mayor cansancio, mientras que otra persona con EM podría presentar fatiga extrema.

Cómo controlar la EM en un entorno caluroso
  1. Haga ejercicio en una piscina, especialmente una que esté a menos de 85 grados Fahrenheit.
  2. Opte por un ambiente con aire acondicionado durante las horas más calurosas del día.
  3. Manténgase bien hidratado y use trocitos de hielo y bebidas frías para bajar la temperatura corporal.
  4. Tome un baño con agua tibia y continúe agregando agua más fría durante un período de 20 a 30 minutos, como una forma de reducir la temperatura corporal central.
  5. Utilice productos refrescantes como pañuelos para el cuello y chalecos refrescantes.
  6. Utilice productos diseñados para mantenerse fresco durante la noche, ya que la falta de sueño también puede exacerbar los síntomas de la EM.
  7. Use ropa ligera, holgada y transpirable.

Si bien es útil evitar el calor y la humedad, eso no significa mantenerse completamente fuera del sol; de hecho, la exposición estratégica puede ser crucial para la EM, ya que puede proporcionar un refuerzo de vitamina D.

Los niveles bajos de vitamina D aumentan el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple y tener recaídas, por lo que se recomienda a todos los paciente con esclerosis múltiple, incluso a aquellos con niveles normales de vitamina D, que tomen suplementos diarios. Dada la eficacia de la luz solar para aumentar estos niveles en el cuerpo, es importante consumir incluso un poco de ella siempre que sea posible.

Cómo controlar la EM en un ambiente frío

Al igual que el calor, el frío puede afectar la velocidad y la eficiencia con la que se envían los mensajes a través de un sistema nervioso ya dañado por la desmielinización, lo que puede provocar síntomas como aumento de la espasticidad, fatiga y dolor nervioso. aquí hay algunas tácticas que pueden ayudarle a adaptarse:

  1. Beber bebidas calientes.
  2. Si está al aire libre, tome descansos en un lugar cerrado y calentado para que su temperatura corporal vuelva a la normalidad.
  3. Muévase regularmente para mejorar la circulación y reducir la rigidez muscular que puede producirse como consecuencia del resfriado.
  4. Báñese con agua tibia y aumente gradualmente la temperatura del agua caliente con el tiempo, pero no hasta el punto de experimentar síntomas debido al exceso de calor.
  5. Use varias capas de ropa para atrapar el calor y use un gorro y guantes para mantener la cabeza y las manos calientes.

¿Cuál es el mejor clima para vivir con EM?

Con estrategias eficaces las personas con EM  pueden adaptarse tanto a ambientes cálidos como fríos. Se puede vivir en cualquier clima, incluso en aquellos con oscilaciones extremas de temperatura. La clave es prepararse lo mejor posible para anticipar cualquier problema y monitorear cómo el clima y el entorno afectan la frecuencia e intensidad de los síntomas.

La buena noticia es que, incluso si experimenta un aumento repentino de los síntomas debido al cambio climático, no suele provocar nuevos daños nerviosos. Con el tiempo, es probable que aprenda a combinar hábitos favorables para la EM, como encender el aire acondicionado antes de que suba la humedad o abrigarse cuando bajen las temperaturas, de forma que pueda vivir donde quiera.


Fuente: Healthcentral.com

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