viernes, 21 de marzo de 2025

Capítulo 18: Rodando a motor

 EM empezó a rodar hace casi un año ya. Aquellos fueron unos días duros. Lo relaté así por encima aquí por si queréis echarle un vistazo. La silla de ruedas que compramos entonces le dio algo más de libertad. Pero era una silla pensada más para andar por los pasillos lisos de un edificio que por la calle. Por las aceras traqueteo y los tropiezos con baches y bordillos eran continuos. Las calles, los accesos a los locales y la mayor parte del mobiliario urbano no están hechos para las sillas de ruedas. Las ciudades no están diseñadas para personas con movilidad reducida.  La verdad que hasta que no estás en este lado no te das cuenta de la cantidad de barreras arquitectónicas que hay.

 Así que nuestro radio de "acción" durante este último año ha estado limitado a unas pocas calles alrededor de casa. Y tenemos que dar gracias que en ese par de calles hay un bar y un restaurante con baño adaptado. Y ya. Nada más. Podríamos decir que EM ha estado atrapada en nuestro barrio. Unas tres calles. Cierto es que tampoco podemos ir más allá por culpa de la vejiga neurógena, mi amaxofobia y que por culpa del retraso en la obtención del grado de discapacidad no podemos adaptar el coche. Así que mucho antes de que llegaran las navidades ya lo habíamos pensado. Era el momento de pedir la silla de ruedas eléctrica porque a EM las limitaciones físicas y el verse atrapada ya no solo en casa le empezaban a pasar factura.


El caso es que no sé si sabéis cómo va el tema de solicitar la silla a la seguridad social. Porque sin la ayuda que te dan te puede dar algo porque no son nada baratas. Nosotros hablamos con el neurólogo de EM que nos dijo que para poder solicitarla teníamos que pasar por médico rehabilitador para que valorase el caso y nos hiciera la prescripción de la silla en el supuesto de cumplir los requisitos.


Sabemos que una vez tengas la prescripción deberás ir a una ortopedia  para comprar la silla y realizar todas las gestiones para que te devuelvan el dinero. Es muy importante que la prescripción del médico rehabilitador incluya un código y la descripción del artículo y que la factura de la ortopedia sea con fecha posterior al informe del médico especialista.

Pero claro, esto aún no lo hemos llegado a ver. Porque todavía  aún estamos esperando la cita para el médico rehabilitador... Más de cuatro meses de espera llevamos ya. Para unas prisas. Hemos puesto varias reclamaciones y quejas. Y aquí estamos. Esperando al médico rehabilitador por un informe. Así que nos hemos visto en la necesaria obligación de comprarla por nuestra cuenta. Sí. Nos liamos la manta a la cabeza. Ya veremos luego cómo lo hacemos para optar a la ayuda si es que podemos. Pero ahora mismo pesa más la salud mental y la independencia que le da la silla a EM que el dinero que nos ha costado o nos puedan dar.


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