martes, 21 de enero de 2025

Capítulo 11: De baja y a la fundación

 A finales de mayo de 2024 EM ya no podía más. Ella no quería pero le pedí cita con la médico de cabecera para que le diese la baja. Sabía lo que significaba eso: detener su mundo para enfrentarse a uno nuevo cara a cara. Pero como siguiese a ese ritmo iba a acabar mal. Muy mal. 


 Su trabajo se la estaba comiendo. La salud mental es muy importante en todos los aspectos de la vida, pero más cuando se tiene una enfermedad neurodegenerativa como es la esclerosis múltiple. EM había explicado en su trabajo lo que le estaba pasando, pero no supieron apoyarla adecuadamente para que pudiese seguir realizando su labor. Así que, al no quitarle cargas laborales, se quedaron sin ella. Hoy día sigue de baja. Y hasta que no se resuelvan temas como el de la discapacidad, dependencia y tantas otras cosas no sabemos qué le depara el futuro laboralmente.

 En esas mismas fechas comenzamos a acudir a la Fundación Esclerosis Múltiple Madrid (FEMM). Nos la recomendó el neurólogo de EM. Por el sector público esperar una rehabilitación podía ser de risa. También sabía que en nuestra ciudad teníamos nuestra propia asociación, pero necesitábamos algo más que le sirviera a EM. Eso solo nos lo podía dar una fundación privada como esta.


 Así que desde mayo empezamos a acudir todas las semanas a la FEMM para fisioterapia neurológica y fisioterapia pelviperineologíca. Además, de manera online EM, tenía sesiones de psicología y trabajadora social. Supone una inversión monetaria importante, pero la verdad que la fundación ha sido de gran ayuda. 

 No obstante, y volviendo al tema de la baja, EM se quedó atrapada en un mundo que le era completamente desconocido. Pasó de ser una mujer completamente independiente, con éxito laboral a quedarse atrapada en casa, como quien dice en una habitación, sin nada que hacer. En esos momentos EM dependía de los demás para hacer casi cualquier cosa. Físicamente y psíquicamente estaba muy tocada. Eso fue lo más duro en aquellos momentos.

 

No puedo hablar por ella. Pero imagino que su mente no paraba de dar vueltas y no con pensamientos muy esperanzadores tal y como habían estado yendo las cosas hasta ese momento. Algo tenía que hacer para no pensar y entrar en barrena. Así que EM comenzó a hacer crochet.

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